lunes, enero 01, 2007

Fracaso y traición. 9 y 11 de junio

9 de Junio
20:12h

Soy áspera. Mi piel es áspera. Soy lija.
Soy desagradable al tacto y bonita a la vista. Soy ortiga. Soy áspera y lo sabías. Me tocaste mucho y aún así susurrabas a mi oído que era suave. No lo soy. No soy suave y lo sabes. Soy áspera. Soy lija. Soy zarcilleta escurridiza. Zarcilleta no difícil de atrapar pero que si la dejas un momento libre, no la vuelves a ver.
Soy una lagartija, áspera y escurridiza.
11 de junio
16:43h

Anoche, a las once y media, quedé con Luis. Fuimos a un descampado que hay detrás del centro comercial y echamos dos polvos en su coche.
La lagartija se mueve apresuradamente. Sus movimientos son violentos y chocan fuertemente contra mi pecho. Él me mira, pero sé que es incapaz de ver algo. Observa el movimiento de la lagartija, saltando de un lado a otro, como mis pequeños senos. Y me mira a los ojos, pero no dicen nada. Mis ojos saben callar, saben que no deben transmitir nada. Lo que se imagine él, es cosa suya. Puede pensar que quedo con él porque me atrae físicamente. Falso. Puede creer que lo hago porque él me lo hace bien. Falso. Lo hago simplemente porque no tengo nada mejor que hacer.
La lagartija chapotea en mi sudor y es testigo del latido de mi corazón; un corazón con la única función de mantenerme viva. Pero no de latir por amor.
Hacía un calor terrible y se empañaron las ventanillas. Mi pelo se ahuecó al máximo.
Luis es buena gente, y ha sufrido por el amor de alguna ex. Es curioso, estoy convencidísima de que los tíos son incapaces de enamorarse y, sin embargo, a todos los que me he tirado les han roto el corazón alguna vez. O eso me han dicho.
Por sus palabras, Javier parecía dolido cuando me dijo que su ex – novia le había puesto los cuernos con un amigo suyo. Me dijo que al enterarse lo primero que hizo fue ir a por él. “Pero, en cualquier caso, el problema sería de ella, que es quien tenía pareja”, digo yo, en un arrebato justiciero. “No, si ya. Si ella también recibió.” Hay frases que se te quedan clavadas en la memoria. Me asustó. Me dio miedo y descubrí que no debía perder el tiempo con alguien así.
Con Carol había quedado a la una y media, y, en lugar de dejarme en casa, Luis paró al lado de la suya, bajó al poco con una botella de agua y nos fuimos con el coche a un parque. Fue muy divertido porque me mojó el pelo con el agua de la botella y me ayudó a adecentarme los rizos. Luego estuvimos en su coche hasta la una y cuarto, haciendo tiempo para no llegar excesivamente pronto a mi cita con Carol.
Con Carol, bien. Fuimos al Praxis, en donde ella pretendía permanecer durante toda la noche.
Isabela no dejaba de enviarme mensajes diciéndome que si estaba en Linobeno. En La Desolada. En tal bar. Así que supuse que quería que nos viésemos. No es telepatía, es suposición.
En el Praxis nos pusimos a chupitos de vodka con un chico de Bilbao que estaba de despedida, pero no era él quien se casaba. Nos habló de Londres y tal, que había estado allí hace poco. No sé, paranoia.
Luego nos encontramos con Eduardo, y con Eduardo nos fuimos al Oxford. Volvimos al Praxis, me encontré con Isabela, la saludé, le presenté a Carol y se fue. Hoy he borrado su número. No quiero comerme el coco por alguien que no merece la pena. Yo creo que ni siquiera es lesbiana, que sólo es una reprimida sexual. Es más, creo que le tiene pánico al sexo y que se ha inventado el cuento de ser lesbiana como un caparazón que la protege de cualquier indicio de actitud sexual. Lo dicho, una reprimida.
Al final me acabé yendo con dos chavales de Villaseca del Monte. Estuvimos en el coche de uno de ellos, follando hasta las cinco y media de la mañana con un punk español bastante cutre de banda sonora. Nunca había hecho un trío con sexo integral, y la verdad, tampoco estuvo mal. Mientras le hacía una felación a uno de ellos (agarrando con una mano mi adorada lagartija que, celosa, pretendía chocar contra el miembro erecto de mi esporádico juguete sexual), el otro me embestía con una actitud de entusiasmo adorable, como la efímera ilusión que presentan los niños cuando juegan con algo que les acaban de regalar. Eran vírgenes.
Me lo pasé muy bien con ellos; eran muy graciosos. Aunque, para gracioso, que son de Villaseca del Monte. Como Isabela. Que conocen a Isabela. Sinceramente, me es completamente indiferente. Es más, si se entera ¡mejor! Para que vea que si lo que pretendía era hacerme daño no lo ha conseguido. Porque anoche me lo pasé de puta madre.
Me parece todo genial.

10 cafés:

Anónimo dijo...

Weno, aquí dejo otro comentario. Cada vez la historia se vuelve más paranoica, seguro q ya keda poquito.

A ver si algún otro escribe algo.

Anónimo dijo...

Hola, soy amigo de Clara de Colombia, me pasó la voz de tu blog y espero no te moleste. Me ha gustado todo. No el morbo (que es muy comprensible que peinses eso), me ha gustado como desenvuelves tu forma de escribir y leyendo los comentarios he descubierto que no es una autobiografía, lo cual te hace más interesante aún... digo, como mujer que desenvuelve el arte, me parece interesante. Estudio lite en colombia y aunque tengo algunos escritos escondidicos por ahí aún no me animo a darles fama mundial.. jejeje... pero lo dicho, me gustó mucho, felicitaciones por las obras publicadas! Ya pensaste en hacer publicidad de tus escritos en latinoamérica? te iría bien, eh?

Adriana Bañares dijo...

Hola Agustín, me alegra mucho que te haya gustado la historia de Nístrim. Y agradezco a Clara que recomiende mi blog :)
¿Fama mundial? :) Más quisiera yo, pero la verdad es que mi obrilla sólo es conocida por aquellos que, como Clara, caen por aquí "sin querer".
Lo dicho, que cada vez que abro mi glog y veo un nuevo comentario de estas características me lleno de ilusión.
Un beso, Adriana.
p.d: Acabo de subir el último capítulo... Me da tanta penilla...

Adriana Bañares dijo...

blog, no glog... Uf! No me lo tengan en cuenta, por favor. :)

Anónimo dijo...

Hola!, he llegado aquí por un link que había en un comentario de un space..., no soy muy de leer, pero esta última entrada que tienes en tu blog la he leido...me ha gustado (mucho) y sobre todo, porque con algunas cosas me identificaba yo también... jejeje. como decías puede que todo sea por tu timidez e inseguridad...
por cierto... vas o ibas a la escuela, verdad?

Adriana Bañares dijo...

mmm... Sí, iba a la Escuela. Me alegro que te haya gustado esta entrada.
Sí, tímida e insegura soy (maldita sea, y tanto!!!!) pero la historia no es autobiográfica.
Gracias por visitar mi blog
Adriana

Anónimo dijo...

Estoy de paso, pero esta entrada me ha gustado, en especial el comienzo.
Lo que explicas, me recuerda bastante a una amiga que tengo abandonada en España. Jjajajaj!
Creo que volveré.
Un besote!

Zweig dijo...

- ¿El café...?
- Siempre con leche
- ¿Sólo o acompañado?
- Depende de la compañía, pero tal y como están las cosas, creo que mejor solo.
- ¿Y qué le pasan a las cosas?
- La gente, que está muy despistada.
- ¿Vd. cree?
- No creo. Afirmo. Ante la catástrofe que se nos avecina,los mismos hábitoa, las mismas costumbres, los mismos pensamientos, las mismas reflexiones,...
- Ya,...
- Comportamientos de nuevos ricos; ante las malas noticias, oídos sordos;fe en un falso progresismo absolutamente irreflexivo, mantenimiento del mal llamado "Estado del Binestar" a pesar de su inviabilidad económica. Vivir como si nada pasara. De eso se trata.
- Y de ahí su desprecio a la compañía, ¿no?
- Falta de verdaderos debates en la sociedad.Sí.Solo.Mejor así que estar oyendo siempre las mismas sandeces.
- Ok. Voy a por su café con leche pues.
- Gracias.

Zweig dijo...

Gente follando y formando tríos pasándoselo de puta madre y genial. Educación para la ciudadanía.Amén.

Zweig dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.